Antes que todo, me gustaría aclarar que finalmente no tuve tanto tiempo libre como esperaba, por lo que no pude avanzar mucho en las entradas que estoy desarrollando; pero en el transcurso de este tiempo me han llegado varios mails de agradecimiento y felicitaciones por el blog, además de una historia que pronto publicaré; y estoy muy agradecida con todos aquellos que se tomaron el tiempo de escribir. Me alegra saber que el blog está cumpliendo el propósito informativo por el que, en parte, lo creé, y que además está ayudando a mucha gente a descubrirse. Realmente es lo mejor que podía pasar.
Ahora no tengo tanto tiempo como me gustaría, pero tomando en cuenta la recepción que ha tenido el blog, me gustaría dejar algo más que la historia que luego publicaré.
Este último tiempo debo admitir que dejé un poco de lado mis impulsos tricofílicos (pero no he dejado de mirar videos ni de leer relatos, por si se lo preguntan. Alejada, pero nunca tanto). Me he enfocado más en descubrir partes de mí que, debo admitir, tenía un poco en el olvido o que me atemorizaban un poco, por decirlo de alguna manera, como el BDSM. He descubierto muchas cosas, tanto algunas que me gustan como otras que me provocan rechazo, pero por sobre todo he desarrollado mi visión de las relaciones D/s (Dominación/sumisión) desde el punto de vista de la entrega, la confianza y la complicidad (aquellos que estén inmersos en este mundo, saben a lo que me refiero). He descubierto que no soy tan switch como pensaba, o que al menos me cuesta mucho más serlo de lo que imaginaba. Siempre he tenido claro que mi tendencia era Dominante...de eso nunca dudé, y sé que la sumisión me llama de una forma muy...extraña, pero últimamente me he preguntado mucho si soy capaz, si realmente me gusta tanto como creo que me gusta. Sé que me gustaría experimentarlo de una forma plena, pero me resulta extremadamente difícil entregarme a alguien, ceder el control, el verme (de alguna manera, se que
fuera de los roles ambas personas son iguales e incluso dentro de los roles también)...el verme sometida a alguien, el sentirme disminuida (de nuevo, se que ambos son iguales, pero para que nos vamos a ver la suerte entre gitanos...ese sentimiento, y el de vulnerabilidad, son los que muchas veces buscan los sumisos).
Por otra parte, me he desarrollado mucho -teóricamente- como Dominante. He desarrollado mucho más mis fantasías, el poder seducir a sumisos (porque a los verdaderos sumisos hay que seducirlos), la importancia de darle seguridad al otro y las ganas que tengo de que la otra persona se sienta protegida por mí; y lo que en mí provoca que la otra persona demuestre tal confianza.
Si bien aún no encuentro a mi sumiso perfecto, entregado, masoquista y heteroflexible más cercano a heterosexual (recuerden que mi fantasía era la bisexualidad forzada), siento que he avanzado, he seguido aprendiendo y espero algún día encontrarlo, o formar mi jauría soñada...algún día les contaré los detalles de eso.
En fin, una entrada algo corta, pero me encantaría ahora hablar, aparte de la tricofilia, más de temas BDSM, que, al fin y al cabo, son de los fetiches más fuertes que tengo... y tengo unas ansias impresionantes por seguir descubriendo ese mundillo.
Cherry
Ahora no tengo tanto tiempo como me gustaría, pero tomando en cuenta la recepción que ha tenido el blog, me gustaría dejar algo más que la historia que luego publicaré.
Este último tiempo debo admitir que dejé un poco de lado mis impulsos tricofílicos (pero no he dejado de mirar videos ni de leer relatos, por si se lo preguntan. Alejada, pero nunca tanto). Me he enfocado más en descubrir partes de mí que, debo admitir, tenía un poco en el olvido o que me atemorizaban un poco, por decirlo de alguna manera, como el BDSM. He descubierto muchas cosas, tanto algunas que me gustan como otras que me provocan rechazo, pero por sobre todo he desarrollado mi visión de las relaciones D/s (Dominación/sumisión) desde el punto de vista de la entrega, la confianza y la complicidad (aquellos que estén inmersos en este mundo, saben a lo que me refiero). He descubierto que no soy tan switch como pensaba, o que al menos me cuesta mucho más serlo de lo que imaginaba. Siempre he tenido claro que mi tendencia era Dominante...de eso nunca dudé, y sé que la sumisión me llama de una forma muy...extraña, pero últimamente me he preguntado mucho si soy capaz, si realmente me gusta tanto como creo que me gusta. Sé que me gustaría experimentarlo de una forma plena, pero me resulta extremadamente difícil entregarme a alguien, ceder el control, el verme (de alguna manera, se que
fuera de los roles ambas personas son iguales e incluso dentro de los roles también)...el verme sometida a alguien, el sentirme disminuida (de nuevo, se que ambos son iguales, pero para que nos vamos a ver la suerte entre gitanos...ese sentimiento, y el de vulnerabilidad, son los que muchas veces buscan los sumisos).
Por otra parte, me he desarrollado mucho -teóricamente- como Dominante. He desarrollado mucho más mis fantasías, el poder seducir a sumisos (porque a los verdaderos sumisos hay que seducirlos), la importancia de darle seguridad al otro y las ganas que tengo de que la otra persona se sienta protegida por mí; y lo que en mí provoca que la otra persona demuestre tal confianza.
Si bien aún no encuentro a mi sumiso perfecto, entregado, masoquista y heteroflexible más cercano a heterosexual (recuerden que mi fantasía era la bisexualidad forzada), siento que he avanzado, he seguido aprendiendo y espero algún día encontrarlo, o formar mi jauría soñada...algún día les contaré los detalles de eso.
En fin, una entrada algo corta, pero me encantaría ahora hablar, aparte de la tricofilia, más de temas BDSM, que, al fin y al cabo, son de los fetiches más fuertes que tengo... y tengo unas ansias impresionantes por seguir descubriendo ese mundillo.
Cherry
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